...Rostros anónimos van llegando al hospital con las manos vacías y el corazón lleno de la esperanza de recuperar la visión que un día se les negó por culpa de unas cataratas.
Hablan un dialecto propio, el Dioula, y sin la posibilidad de gesticular para hacernos entender (ya que no nos ven) no queda más que el contacto directo; los tomamos de la mano para conducirlos a la sala de pruebas, son los preliminares para seleccionar la lente a implantar y seguidamente pasamos al quirófano.No sabemos si están nerviosos o preocupados... lo ignoramos, ya que es un pueblo al que le cuesta expresarse, mujeres y hombres sumisos tal vez marcados por el sello inconfundible de una raza que ha nacido para sufrir en unas condiciones tercermundistas.
Tan solo un día después, y retirados los vendajes, aparece ante ellos un rostro desconocido, ni más ni menos que el del profesional que les asistió...y al que estremece un simple gesto de agradecimiento.
Uno tras otro pasan hasta completar un total de 160 pacientes con edades comprendidas entre los 40 y los 60 años...antes ciegos y ahora dispuestos a adaptarse a una sociedad que a partir de hoy ya no los discriminará por la discapacidad que antes padecían.
Mientras esto sucede en el hospital de Bobo Dioulasso, paralelamente se trabaja con los niños en un colegio de la misma ciudad.Siguiendo un orden riguroso van pasando a la sala de revisión uno tras otro hasta completar un total de 550 niños con edades comprendidas entre los 7 y los 13 años. Me llama poderosamente la atención la educación que muestran y el respeto al profesional.Descubrimos unas deficiencias visuales en el 10% de ellos aproximadamente, a los cuales les proporcionamos las correcciones ópticas necesarias. Curiosamente los africanos han sido un pueblo tradicionalmente hipermétrope; sin embargo, hoy encontramos muchos miopes, tal vez como consecuencia de una mayor dedicación a tareas en visión próxima, como la lectura y el trabajo continuado de cerca a la hora de estudiar.
¡Ojalá sea así y estemos delante de unos niños que, siendo el futuro del país, sean capaces de hacer evolucionar a un pueblo con mucho potencial.De momento, y mientras ellos crecen, nosotros no dejaremos de trabajar en Burkina Faso.
Y, desde España, un especial recuerdo y mención a Bruno y Rosalie, que desde allí hacen posible que el proyecto siga adelante...Hasta el año que viene!!!"
Me encanta...
ResponderEliminarEnhorabuena por tu GRAN TRABAJO
ResponderEliminarA ellos les habeis ayudado a ver, a nosotros a que los veamos. Gracias y enhorabuena
ResponderEliminarNo creo que nadie hubiera podido expresar de una manera fácil y sencilla el trabjo que allí realizamos..un besazo
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